El poder de diálogo y las redes de valor en la nueva globalización

por Karina Riera
Socia de AJ | Alurralde Jasper + Asoc.

El Foro Económico Mundial 2026 se proyecta con un lema que lo dice todo: “Un espíritu de diálogo”. En un contexto global marcado por la desconfianza, la fragmentación y el auge de las agendas locales, la idea de volver a poner el foco en la cooperación suena más necesaria que nunca. 

Según la OMC, esta nueva etapa de reglobalización abre el juego: más países pueden ser parte de las cadenas de valor y no depender de un solo mercado. Es una forma de ganar resiliencia, pero también de construir economías más diversas y conectadas. 

Ya no se trata de una globalización masiva, sino de una red de vínculos más inteligentes. Hoy la clave pasa por la hiperespecialización: cada país, cada empresa y cada persona aporta lo que mejor sabe hacer. En América Latina, eso significa aprovechar el talento, la creatividad y la capacidad de adaptación que siempre nos caracterizó. 

Nosotros lo entendimos desde hace tiempo. Desde la creación de nuestra red de colegas en la región, allá por 1997, apostamos a un modelo basado en el diálogo, la colaboración y la flexibilidad, que nos permitió acompañar los cambios de cada época sin perder la mirada local. 

La nueva globalización y el valor del vínculo 

Hoy la globalización ya no se mide por cuántos productos cruzan fronteras, sino por cómo nos conectamos. Estar presentes en los grandes espacios globales, escuchar, aprender, y compartir experiencias nos permite crecer junto a nuestros clientes y equipos. 

En nuestra unidad de proyectos internacionales – Global Talk- trabajamos para ampliar la llegada de los clientes a diferentes territorios a través de estrategias de networking y un profundo conocimiento de los mercados. Para esto, contamos con una red de socios expertos en cada país de Latinoamérica como también socios internacionales en Europa y Asia. Formamos parte de Worldcom Public Relations Group, una de las principales redes globales de agencias de comunicación. Esta amplia red de contactos nos facilita implementar campañas y proyectos con una mirada 360° en mercados internacionales de forma rápida y efectiva.  

Después de más de 25 años participando en la Reunión Anual de Davos, en encuentros en Latinoamérica, China, Naciones Unidas, el Vaticano, y en distintos foros de creatividad y tecnología en la región, puedo decir que cada conversación, cada intercambio y cada alianza dejan una huella. 

Porque al final, más allá de la tecnología, lo que sigue marcando la diferencia son las personas, la confianza y las redes de conocimiento que construimos con el tiempo. Ese sigue siendo —y será— el verdadero motor de desarrollo y de oportunidades para nuestra región. 

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